El grupo de jóvenes montañeros del colegio han dado una
muestra de generosidad, humanidad, ternura y entrega al visitar la residencia
de ancianos y ofrecerles una tarde especial.
Los chicos han bailado los tradicionales Bailes del Niño que a muchos abuelos les ha hecho recordar sus años mozos cuando iban a la plaza a bailar un chavito. Un abuelo nos contaba que era una de las maneras que ellos tenían para acercarse a las chavalas del pueblo.
También ha
habido gente que se ha animado a participar en estas danzas caudetanas.
Como en la sala
donde nos han recibido estaba expuesto el Nacimiento, los chicos han decidido
cantar unos villancicos, lo que ha hecho que muchos abuelitos los tararearan, eso sí
acompañados de palmas, pues se nos olvidaron las panderetas.
Para finalizar
los jóvenes les han regalado unos dulces y han compartido con ellos algunas
historias.
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