En la última semana de enero, nuestras aulas se
han convertido en instrumentos de paz y entendimiento con distintas actividades
simbólicas que han contribuido con una educación en y para: la tolerancia, la
solidaridad, el respeto, la generosidad, la concordia, el respeto a los
derechos humanos, la no violencia y la paz.
Una de las
actividades que más les gustó a los alumnos de secundaria fue Pasapalabra de Paz. Era un concurso muy
especial en el que cualquier defensor de la paz podía participar. Dos equipos
se enfrentaban con el fin de demostrar su conocimiento.
La prueba consistía en que aparecía un rosco con todas las letras del
alfabeto, colocadas en orden. El presentador decía una definición para cada letra
y el portavoz del equipo decía la respuesta, si acertaba pasa a la siguiente,
pero se podía plantar diciendo
pasapalabra, con lo que se pasa al equipo contrario. Ganó el equipo que
consiguió superar todas las definiciones correctamente. Como premio cada uno de
los miembros del equipo se llevó la paloma de la paz de Picaso.
El Día de la Paz es una ocasión digna de respeto y homenaje, y merece algún
tipo de reconocimiento. Es muy importante hacer todo lo que podamos para
concienciar a los niños de los problemas del mundo, y enseñarles que las
soluciones están en sus manos. Y de paso, aprovechar para reflexionar nosotros
mismos sobre el tema.
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