Hoy culmináis vuestros estudios tras tantos esfuerzos,
sea con un brillante expediente o, con humilde, pero esforzado. Atrás quedan
apuros y agobios para superar pruebas, trabajos y exámenes con los que vuestros
“simpáticos” profesores os atormentábamos.
Habéis luchado con problemas irresolubles de
física o matemáticas, con teorías filosóficas empeñadas en sacarle sentido a la
vida o la muerte, con periodos históricos más o menos lejanos,
con oraciones donde había diez verbos y cuyo sujeto no aparecía por ninguna
parte…Ha sido un curso duro y estresante y estoy segura de que todos habéis
podido pensar en algún momento: “yo también soy estudiante de 4º de ESO y me
suicidaría, pero es que no tengo tiempo”.
Ahora
que todo eso ha terminado, me permito contaros una historia que seguro
conoceréis:
Un profesor delante de su clase de filosofía y sin decir palabra, tomó
un frasco grande y vacío y procedió a llenarlo con pelotas de golf .Luego
preguntó a los estudiantes si el frasco estaba lleno y ellos no dudaron en
decir que sí. Sacó del bolsillo una caja llena de canicas y la vació dentro del
frasco. Las canicas llenaron los huecos vacíos entre las pelotas de golf
.Volvió a preguntar si el frasco estaba lleno y sus alumnos volvieron a decir
que sí. Luego, tomó una caja con arena y la vació dentro del frasco; por
supuesto, la arena llenó todos los huecos vacíos .Así que el profesor preguntó
nuevamente si el frasco estaba lleno. En esta ocasión el sí fue unánime.
No tengo que deciros que ese frasco representa la
vida: las pelotas de golf son los grandes
logros: buen trabajo, cómoda posición social, reconocimientos, éxitos… Las
canicas son la humildad, el esfuerzo, la compañía de los demás, el amor, la
amistad, la alegría, la paciencia, la gratitud. La arena son esas pequeñas
cosas que nos ayudan a llenar nuestra vida: un beso, una sonrisa, unas lágrimas…
(Termino) El
profesor enseguida agregó dos tazas de café al contenido del frasco y
efectivamente llenó todos los huecos vacíos entre la arena. Los estudiantes en
esta ocasión reían. Cuando la risa acabó de apagarse, uno de los estudiantes
levantó la mano y preguntó qué significaba el café. El profesor sonrió y dijo:
“qué bueno es que lo preguntes…sólo es para demostrar que no importa cuánto
esté ocupada tu vida, siempre hay un
tiempo para un par de tazas de café con un amigo”.
Pues eso, que aquí, en vuestro colegio os
esperaremos siempre con dos tazas de café (o chocolate).
Un abrazo y hasta siempre.
Que bonicoo! Nieves eres la mejoor!
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