miércoles, 11 de diciembre de 2019

CAMINANDO A LA NAVIDAD




          Celebramos el Adviento. Momento de reflexión sobre su significado.


Jesús siempre será una buena nueva.

Porque cuando el hombre vemos que ha perdido el rumbo... Jesús, con su nacimiento, le trae la posibilidad de reencontrarse a sí mismo en la humildad y en la esperanza.

En cierta ocasión un joven presumía de gustarle  empaparse debajo de la lluvia. Pero lo cierto era que, cada vez que llovía, desplegaba un gigantesco paraguas para protegerse de ella. Un buen amigo se le acercó y le dijo: oye, quieres mojarte de verdad ¿por qué no cierras el paraguas?
Dejémonos empapar totalmente por esa gran novedad que Jesús nos trae: ¡DIOS! Por el ambiente (no exterior de la Navidad) y sí de los sentimientos que genera el sentido auténtico de estos próximos días: JESÚS.
Ante la próxima Navidad no podemos contentarnos con cumplir un simple expediente como cristianos o de escuchar más o menos la Palabra de Dios. Lo importante es que NOS VOLVAMOS TOTALMENTE A ÉL; que seamos como aquella veleta que en lo más alto del templo nos dicta a las claras  de dónde y por dónde viene el viento de la fe: desde Oriente la Salvación.
En este tiempo de alegría ante el amigo que viene, no podemos presentarle una vida sin fe, sin obras. Ante el Señor que llega no cabe sino la emoción del amigo que espera, por el amigo que llega.


DIOS NOS AMA Y POR ESO NUNCA SE CANSARÁ DE NACER DE NUEVO

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